Stalin reclama el Primero de mayo de 1945 la capital Nazi con su implacable ejército rojo […] Retrocedamos un poco. Lenin orquesta una revolución con base en la filosofía marxista, aunque este se apropia de ella y le da su toque personal, lo que llamamos marxismo-leninismo. Aunque está claro que el rumbo del leninismo no se hubiera marcado sin su pensamiento base: el marxismo. Así que, comencemos por el principio.
Karl Marx (o Carlos Martínez para nuestros camaradas de la península ibérica) nació el 5 de mayo de 1818 en una ciudad llamada Tréveres, Prusia (actualmente Alemania). Proveniente de una familia judía de clase media relativamente acomodada, estudió en una universidad local (universidad de Bonn) donde por algunas circunstancias -dicen las malas lenguas que fue expulsado por “problemas de desorden público y ebriedad”-.
Allí comienza a resaltar como un fuerte hombre con ideas polémicas, lo cual lo lleva a trabajar en un periódico de izquierdas que se centraba en la noticia y la crítica política, esto a su vez lo lleva a migrar a París como consecuencia de estas ideas políticas. Allí conoce a Friederich Engels (o Federico Ángel para nuestros camaradas castellanos), quién se convertiría en su amigo más cercano y posteriormente con su colaboración, escribiría El Manifiesto del Partido Comunista en 1848.
La justicia francesa acusa a Marx de incitar a la rebelión (que novedad), por lo que es expulsado de este país y se traslada a Londres donde vive una dura situación económica junto a su familia. Engels le ayuda de una forma absoluta, le brinda una casa para poder vivir y por una herencia, logra ganar dinero para su manutención… ¿Dónde podemos conseguir amigos así?
En 1867 publica unos de sus ensayos más importante, que, junto a otros escritos, daría la estocada inicial que reorganizaría los siguientes siglos hasta el día de hoy: El Capital. Se concibe después una idea de “dictadura del proletariado” en 1875 *The URSS anthem plays in the background.*
Y así, prosiguió con su vida intelectual hasta morir el 14 de marzo de 1883, a sus 64 años, sólo y con muchas deudas.
En conclusión: ¿Quién diría que Marx y nosotros tuvieramos tanto en común?
Como hemos visto en el artículo, Marx sí que supo como divertirse. Nuestros diseñadores hicieron un muy buen trabajo al retratarlo en sus mejores momentos.
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